Lo habíamos prometido, así que aquí está la respuesta a la pregunta que nos planteaba hace unos días Ezequiel desde Argentina. Nos preguntaba cuándo es el mejor momento para plantar un vid y de qué forma debía hacerlo. José Manuel Gómez, responsable de viña de la bodega Castillo de Maetierra, nos ofrece algunas indicaciones. Nos dice que el momento idóneo para la plantación de un viñedo es la salida del invierno o el inicio de la primavera. Esto nos reduce los riesgos de helada y nos permite aprovechar el agua acumulada durante el invierno y las lluvias primaverales. También aprovechamos las buenas temperaturas primaverales, que ayudarán a enraizar y al desarrollo vegetativo de las pequeñas cepas.
Pero para realizar una correcta plantación son muchos los factores que hemos de tener en cuenta.
1. En primer lugar debemos tener en cuenta el objetivo vitícola y/o enológico perseguido. En función de esto deberemos seleccionar la variedad o variedades que podemos implantar, que a su vez dependerán de la vocación vitícola del terreno que vamos a plantar, de su situación, disposición, orientación, altura, de sus características edafoclimáticas, entre otras.
2. Otra decisión fundamental es el portainjerto, que dependerá de los tipos de suelo que componen nuestra parcela, así como de las características de sus diferentes horizontes, para lo cual es imprescindible el realizar un muestreo representativo y sus correspondientes. Un aspecto fundamental a tener en cuenta a la hora de seleccionar un portainjerto es que debe ser compatible con la variedad elegida, hemos de evitar las incompatibilidades variedad-portainjerto.
3. Un punto importante a definir es el marco y la densidad de plantación, esto es, la distancia entre plantas en la fila y entre las filas. Dependerá del objetivo vitivinícola, de la parcela, de la pendiente, de su forma, del sistema de conducción, del tipo de poda, de la maquinaria disponible, entre otras cuestiones.
4. Es muy importante decidir correctamente la orientación de las filas, que generalmente se opta por una orientación Norte-Sur, ligeramente desplaza hacia el Este, unos 30 º, para aprovechar al máximo la radiación solar aunque esto depende, en gran medida, de la situación, de la orientación, de la geometría y de la pendiente de nuestra parcela.
5. También debemos decidir el sistema de conducción (espaldera, vaso, …) y el tipo de poda (cordón royat, guyot, …), que dependerán del objetivo vitivinícola, la disponibilidad de mano de obra, la maquinaria disponible, etc.
6. A la hora de afrontar la plantación debemos preparar el terreno: subsolados o desfondes, nivelaciones, drenajes, enmiendas, abonados de fondo, y las labores complementarias para facilitar el hincamiento de las cepas.
7. Finalmente realizaremos la plantación, que puede realizarse de diversas formas. Las más habituales: manualmente con un herrón, para lo cual previamente deberemos haber realizado la marcación; mecánicamente con máquinas semiautomáticas equipadas con tecnología láser y máquinas semiautomáticas equipadas con GPS, las más precisas.
Esperamos haber podido aclarar algo tus dudas.
Muchas gracias y un saludo.